El gobierno de Donald Trump planea designar como organizaciones terroristas extranjeras a más de media decena de grupos criminales con raíces en América Latina, dijeron cinco funcionarios estadounidenses con conocimiento de la inminente acción.
La medida, que llevará a cabo el Departamento de Estado, sigue a una orden ejecutiva que el presidente Trump firmó el 20 de enero en la que pedía medidas enérgicas contra los principales cárteles. Se espera que la designación se aplique a ocho grupos, dijeron dos de los funcionarios, aunque la lista podría cambiar antes de que se realice un anuncio público. Los funcionarios que hablaron para este artículo lo hicieron bajo condición de anonimato para hablar de una acción que aún no se ha hecho pública.
La orden ejecutiva exigía las designaciones, afirmando que los cárteles “constituyen una amenaza para la seguridad nacional más allá de la que representa el crimen organizado tradicional” y que Estados Unidos “garantizaría la eliminación total” de los grupos.
Trump dio al secretario de Estado, Marco Rubio, un plazo de dos semanas para hacer las designaciones en consulta con varios otros miembros del gabinete. Los grupos delictivos y sus miembros podrían ser etiquetados como organizaciones terroristas extranjeras o terroristas globales especialmente designados, según la orden. Las clasificaciones significan que el gobierno de EE. UU. puede imponer amplias sanciones económicas a los grupos y a las personas o entidades vinculadas a ellos.
La orden ejecutiva se refería en general a los cárteles de México. También mencionaba específicamente al Tren de Aragua, un grupo con raíces en Venezuela, y a la Mara Salvatrucha, o MS-13, una pandilla fundada por migrantes salvadoreños en Estados Unidos que desempeña un papel menor en el tráfico transnacional de drogas.
Además de esos dos grupos, el Departamento de Estado planea designar al Clan del Golfo, con sede en Colombia, y a otros cinco con sede en México. Las organizaciones mexicanas que serán designadas son el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Noreste, la Familia Michoacana y Cárteles Unidos, según funcionarios estadounidenses.
El Departamento de Estado ha informado a varios comités del Congreso de las próximas designaciones, que podrían ser anunciadas por la Casa Blanca esta misma semana. El Departamento no respondió a una solicitud de comentarios.
El Clan del Golfo ha trabajado durante más de dos décadas con los cárteles mexicanos, suministrándoles cocaína para que la ingresen de contrabando en Estados Unidos. Después de que el precio de la cocaína se desplomó en 2017, el cartel colombiano se lanzó agresivamente al tráfico de migrantes para compensar sus pérdidas financieras.
Un funcionario estadounidense con conocimiento de la lista, dijo que el Clan del Golfo probablemente haya sido agregado por su participación en el tráfico de migrantes. El grupo controla en gran medida el Tapón del Darién, el estrecho puente terrestre que conecta América del Sur y Norteamérica.
Migrantes de todo el mundo, desde China y Sudán hasta Venezuela, suelen volar a países sudamericanos más permisivos antes de dirigirse al Tapón del Darién en sus viajes camino al norte, a Estados Unidos. Muchos de esos migrantes pagan miles de dólares a agentes que trabajan para el Clan del Golfo, como tarifa de protección para atravesar el puente terrestre.
Se suponía que la lista de designación se completaría la semana pasada, pero puede haberse retrasado porque el Departamento de Estado la amplió a partir de los grupos descritos en la orden ejecutiva del mes pasado, según una persona familiarizada con el asunto. Se debatió extensamente si incluir o no a los grupos de delincuencia organizada involucrados en el tráfico de migrantes, lo que en parte causó el retraso.
Los cárteles mexicanos incluidos en la lista trabajan en estrecha colaboración con el Clan del Golfo para traficar migrantes a través de América Latina hacia Estados Unidos.
Rubio completó su primer viaje como secretario de Estado este mes, visitando cinco países de América Latina. Habló con sus homólogos sobre cuestiones de migración y seguridad, aunque no visitó México.
En una entrevista con la presentadora de pódcast Megyn Kelly el 30 de enero, Rubio habló de la necesidad de desmantelar los cárteles de la droga mexicanos, diciendo que “hay partes de México, muchas partes de México, en las que el gobierno no controla esas zonas”.
“Están controladas por los cárteles de la droga”, continuó. “Son la fuerza más poderosa sobre el terreno y están entrando en Estados Unidos”.
“Están facilitando la migración ilegal, pero también están trayendo fentanilo y drogas mortales a nuestro país”, añadió. “Eso es una amenaza para la seguridad nacional y hay que ponerle fin”.
En una llamada con su homólogo de Argentina el lunes, Rubio había hablado de “prioridades de seguridad compartidas en la región, incluida la lucha contra las organizaciones transnacionales”, dijo el Departamento de Estado.
Las autoridades mexicanas han mantenido prolongadas negociaciones con el gobierno de Trump para evitar la designación de terroristas de los cárteles y grupos de delincuencia organizada que operan en su país, según personas familiarizadas con las conversaciones.
De los ocho grupos designados, cinco son mexicanos. Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación son los más grandes del país y han acaparado gran parte del mercado de fentanilo en Estados Unidos, produciendo el opioide sintético en México antes de contrabandearlo hacia el norte. Los ciudadanos mexicanos están consumiendo cada vez más fentanilo, lo que está provocando un aumento de las tasas de adicción en el país.
La lista de designación incluye un cártel más pequeño, el del Noreste, y dos grupos mexicanos que, según las autoridades estadounidenses, se asemejan más a organizaciones delictivas organizadas: la Familia Michoacana y Cárteles Unidos. Estos grupos tienden a actuar como fuerza de choque sobre el terreno para los cárteles de México, ayudándoles a extender su control territorial.
Un grupo delictivo organizado se considera un cártel solo si controla una parte suficiente del tráfico de drogas como para poder determinar el precio de cualquier estupefaciente en lugares como Nueva York o Londres.
Los beneficios netos de las operaciones internacionales de los cárteles mexicanos podrían alcanzar los 20.000 millones de dólares anuales, casi el 2 por ciento del producto interior bruto de México, según un funcionario estadounidense.
Edward Wong cubre sobre asuntos globales, la política exterior estadounidense y el Departamento de Estado. Más de Edward Wong
María Abi-Habib es corresponsal de investigación sobre América Latina y reside en Ciudad de México. Más de María Abi-Habib
Eric Schmitt es corresponsal de seguridad nacional para el Times, y se centra en asuntos militares estadounidenses y antiterrorismo en el extranjero, temas sobre los que ha informado durante más de tres décadas. Más de Eric Schmitt
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Julian E. Barnes cubre las agencias de inteligencia estadounidenses y asuntos de seguridad internacional para el Times. Ha escrito sobre temas de seguridad durante más de dos décadas. Más de Julian E. Barnes