El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el vicepresidente JD Vance reprendieron el viernes al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en una explosiva discusión televisada en el Despacho Oval que acabó con los planes de firmar un acuerdo sobre minerales y supuso una dramática ruptura de relaciones entre dos aliados de guerra.
En un enfrentamiento público sin precedentes entre un presidente estadounidense y un dirigente extranjero en los tiempos modernos, Trump y Vance fustigaron a Zelenski por no estar suficientemente agradecido por el apoyo estadounidense en su guerra con Rusia y trataron de obligarlo a firmar un acuerdo de paz en las condiciones que dictaran los estadounidenses.
Con la voz en alto y los ánimos caldeados, Trump amenazó con no colaborar más con Ucrania si Zelenski no accedía. Después de que los periodistas fueron escoltados fuera del Despacho Oval, Trump canceló el resto de la visita, incluida una conferencia de prensa conjunta prevista y la ceremonia de firma del acuerdo sobre minerales. A continuación, Zelenski salió rápidamente del ala oeste, subió a un vehículo todoterreno negro que lo esperaba y abandonó los terrenos de la Casa Blanca.
“He determinado que el presidente Zelenski no está preparado para la paz si Estados Unidos está implicado, porque cree que nuestra implicación le da una gran ventaja en las negociaciones”, escribió Trump en las redes sociales. “No quiero ventaja, quiero PAZ. Le ha faltado al respeto a los Estados Unidos de América en su preciado Despacho Oval. Puede volver cuando esté preparado para la Paz”.
Más tarde, la Casa Blanca envió al senador Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur y estrecho aliado de Trump, para que dijera a los periodistas que Zelenski debería plantearse renunciar. “O bien tiene que dimitir y enviar a alguien con quien podamos hacer negocios, o bien tiene que cambiar”, dijo Graham en la entrada de la Casa Blanca.
La confrontación genera incertidumbre en la situación actual, pero supuso un gran impulso para el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien durante mucho tiempo ha tratado de abrir una brecha entre Ucrania y su mecenas más importante, Estados Unidos.
El viernes, mientras Trump le alzaba la voz a Zelenski, el presidente estadounidense expresó su solidaridad con Putin al decir que ambos habían superado la investigación del fiscal especial durante su primer mandato sobre los esfuerzos rusos para ayudar a Trump en las elecciones de 2016.
El ataque verbal del presidente contra Zelenski fue una notable muestra de molestia y resentimiento hacia el dirigente de un país que ha sido invadido por una potencia mayor que pretende eliminarlo como Estado independiente. Ningún mandatario que se recuerde ha arremetido de manera tan virulenta contra un dirigente extranjero de visita ante las cámaras, ni siquiera contra enemigos de Estados Unidos, y mucho menos contra un supuesto aliado.
Hablando por encima del dirigente ucraniano, Vance dijo a Zelenski que era una “falta de respeto” que viniera al Despacho Oval a exponer su caso ante los medios de comunicación estadounidenses y le exigió que agradeciera a Trump su liderazgo. Trump intervino y dijo al líder ucraniano que “no estás realmente en una buena posición ahora mismo” y que “te estás jugando la Tercera Guerra Mundial”.
“O llegas a un acuerdo o estamos fuera”, añadió Trump. “Y si estamos fuera, van a tener que combatir y no creo que vaya a ser agradable”.
El afán de Vance por atacar a Zelenski dejó a muchos observadores preguntándose si se trataba de una emboscada planeada o improvisada. Vance nunca ha sido partidario de Ucrania y dijo en 2022 que “realmente no me importa lo que le ocurra a Ucrania”.
Después de que Vance empezara a reprender a Zelenski, pareció desencadenar que Trump se uniera al ataque. El resultado, sin embargo, fue la ruptura de un acuerdo económico al que Trump había dado prioridad en los últimos días, un compromiso de Ucrania de entregar derechos sobre minerales raros para pagar la ayuda militar estadounidense de los últimos tres años. El futuro de ese acuerdo aún no está claro.
La apresurada visita de Zelenski a Washington para firmar ese acuerdo tenía por objeto suavizar las tensiones con Trump, quien la semana pasada replicó los argumentos de Rusia al afirmar falsamente que Ucrania “empezó” la guerra y calificar a Zelenski como un “dictador sin elecciones”.
Una vez que Zelenski aceptó el acuerdo sobre los minerales, Trump pareció dispuesto a hacer las paces diciendo a los periodistas el jueves que no recordaba el comentario del dictador y expresando su respeto por el dirigente ucraniano. El viernes por la mañana recibió a Zelenski en la puerta del ala oeste con una guardia de honor, y se estrecharon la mano cortésmente, pero sin evidente amabilidad.
El encuentro, sin embargo, se tornó rápidamente hostil poco después de que se sentaran en el Despacho Oval con los periodistas presentes. Zelenski, vestido con su habitual camisa oscura de manga larga, trató de explicar la historia de la guerra con Rusia, señalando que se remontaba a 2014, cuando Moscú se apoderó por primera vez de Crimea y ocupó territorio en el este de Ucrania, y que continuó durante el primer mandato de Trump.
También expresó su escepticismo ante los esfuerzos de paz mencionados por Vance. “¿De qué tipo de diplomacia, JD, estás hablando?”, preguntó. “¿Qué quieres decir?”.
Molesto, Vance respondió: “Hablo del tipo de diplomacia que va a acabar con la destrucción de tu país”.
Entonces empezó a arremeter contra Zelenski. “Creo que es una falta de respeto que vengas al Despacho Oval a intentar discutir sobre esto ante los medios de comunicación estadounidenses”, le dijo Vance. “Deberías dar las gracias al presidente por intentar poner fin a este conflicto”.
Acusó a Zelenski de montar una “gira propagandística” en Estados Unidos. “¿Crees que es respetuoso venir al Despacho Oval de los Estados Unidos de América y atacar al gobierno que está intentando evitar la destrucción de tu país?”.
Zelenski intentó responder a las afirmaciones de Vance y dijo que Estados Unidos podría sentirse amenazado por Rusia algún día. “Tienen un bonito océano y no lo sienten ahora, pero lo van a sentir en el futuro”, dijo.
Eso pareció irritar a Trump, quien interrumpió a Zelenski. “No nos digas lo que vamos a sentir”, dijo, levantando la voz. “No estás en una buena posición. Ahora mismo no tienes las cartas”.
“No estoy jugando a las cartas”, replicó Zelenski. “Hablo muy en serio, presidente. Soy un presidente en una guerra”.
“Te estás jugando la Tercera Guerra Mundial”, replicó Trump. “Y lo que estás haciendo es muy irrespetuoso con el país, este país, que te ha respaldado mucho más de lo que mucha gente dijo que debería haberlo hecho”.
Vance volvió a intervenir. “¿Has dicho ‘gracias’ alguna vez en toda la reunión? No”.
La confrontación de Trump con Zelenski contrasta con su valoración de Putin, a quien admira desde hace tiempo y, desde que ganó un segundo mandato, solo ha elogiado. Esta misma semana, el presidente calificó a Putin de “tipo muy inteligente” y “persona muy astuta”. Dijo que creía que Putin desea realmente la paz, y predijo el jueves que “cumplirá su palabra” si se llega a un acuerdo, a pesar de las diversas violaciones rusas de los acuerdos en el pasado.
Aunque ha hablado con Putin por teléfono, Trump ha dado pocas pistas sobre cómo espera negociar un alto al fuego o un acuerdo de paz duradero. Durante la campaña del año pasado, prometió poner fin a la guerra en 24 horas y hacerlo incluso antes de su toma de posesión.
Desde que asumió el cargo, Trump ha exigido que Ucrania entregue parte de sus recursos naturales como pago por la ayuda militar prestada bajo la presidencia de Joe Biden para defenderse de Rusia. Aunque Trump ha afirmado repetida y falsamente que Estados Unidos ha aportado 350.000 millones de dólares y Europa solo 100.000 millones, en realidad, según el Instituto Kiel para la Economía Mundial, Europa ha destinado 138.000 millones frente a los 119.000 millones de Estados Unidos.
La confrontación en el Despacho Oval suscitó las críticas de los partidarios de Ucrania. “Respuesta a Vance: Zelenski ha dado las gracias a nuestro país una y otra vez, tanto en privado como en público”, dijo en las redes sociales la senadora Amy Klobuchar, demócrata por Minnesota. Fue una de varios legisladores que se reunieron con Zelenski antes de su visita a la Casa Blanca.
“Y nuestro país le da las gracias a ÉL y a los patriotas ucranianos que se han enfrentado a un dictador, han enterrado a los suyos y han impedido que Putin se adentrara al resto de Europa”, escribió. “Qué vergüenza”.